
Ascó I inicia una recarga de combustible muy especial con más de 1.000 profesionales contratados
La central nuclear Ascó I, ubicada en Tarragona, se desconectaba de la red eléctrica el 29 de abril para iniciar una recarga de combustible que supone el punto de partida para un ciclo muy significativo en la trayectoria de la planta, el trigésimo, durante el cual cumplirá los 40 años desde su primera sincronización a la red eléctrica y, en consecuencia, entrará en la denominada operación a largo plazo.
Después de 17 meses generando electricidad de manera ininterrumpida desde que finalizó la anterior recarga, y siguiendo la correspondiente planificación de los ciclos de operación, Ascó I aborda su 29ª parada con la incorporación a su plantilla de más de un millar de trabajadores de perfiles y especialidades diferentes y procedentes, en su mayoría, del entorno de la instalación.
Más de un millar de trabajadores de diferentes perfiles se han incorporado a la plantilla de Ascó I para su 29ª recarga tras recibir una formación específica
La realización coordinada de todas las actividades previstas durante las paradas de recarga requiere una planificación previa muy detallada que involucra a todas las unidades organizativas y que se desarrolla con meses de antelación.
Tal y como destacan desde Asociación Nuclear Ascó-Vandellós II (ANAV), operadora de la planta tarraconense, los equipos trabajan de forma conjunta y orientada a un objetivo prioritario: ejecutar todas las tareas programadas de manera segura para las personas y para la instalación, de forma eficiente y ajustada al programa. Para ello, todo el personal incorporado recibe una formación previa.
La prioridad de toda recarga de combustible es ejecutar las tareas programadas de manera segura, eficiente y ajustada al programa
Durante la 29ª recarga de Ascó I, además de la sustitución de algo más de un tercio de los elementos combustibles que conforman el núcleo del reactor -en este caso 60- se ejecutarán unas 13.000 órdenes de trabajo, la mayoría correspondientes a actuaciones de inspección y mantenimiento.
Asimismo, están planificadas actividades de mejora de la instalación que solo pueden realizarse cuando la central está parada, entre las que destacan 30 modificaciones de diseño físicas y 11 modificaciones de software informático relacionadas con diferentes sistemas de la central.
Una recarga de combustible singular
El próximo 13 de agosto la central nuclear Ascó I cumplirá 40 años desde su primera sincronización a la red eléctrica, lo que hace que esta recarga sea singular ya que una vez finalizados los trabajos previstos durante la misma iniciará un nuevo ciclo y se adentrará en la denominada operación a largo plazo.
Tras esta parada de recarga Ascó I iniciará un nuevo ciclo y se adentrará en la denominada operación a largo plazo
Por ello se realizará una inspección en profundidad de las estructuras internas del reactor. Así, en los trabajos planificados se incluyen un gran volumen de inspecciones en el circuito primario de entre las que destaca la de las penetraciones de la instrumentación del fondo de la vasija del reactor, una actividad -señalan desde ANAV- comprometida con el Consejo de Seguridad Nuclear en la revisión periódica de seguridad por la que fue concedida la apreciación favorable de la última renovación de la autorización de explotación.
Para llevar a cabo esta inspección en profundidad de los diferentes componentes del reactor, se utilizarán diferentes tecnologías como el uso de corrientes inducidas, la inspección volumétrica mecanizada de soldaduras, la inspección visual mediante equipo submarino de la vasija o la inspección visual remota del exterior de la tapa de la vasija.
Operación a largo plazo en el mundo
La operación a largo plazo para garantizar el suministro eléctrico y reducir emisiones contaminantes es una práctica habitual. Concretamente, a finales de 2022 había en el mundo 191 reactores nucleares a los que los distintos organismos reguladores de 18 países les han concedido autorización para operar más allá de 40 años. En total, representan más del 45% de los reactores nucleares existentes.
Algunos ejemplos son Finlandia, donde se acaba de conceder una autorización a 70 años a dos de sus reactores y Estados Unidos, un país en el que la mayor parte tienen autorizaciones a 60 años y seis de ellos cuentan ya con permiso para operar durante 80 años.

elementos combustibles serán sustituidos

órdenes de trabajo

modificaciones de diseño

millones de euros de presupuesto