
La central nuclear de Almaraz realiza una recarga rápida que contribuirá a asegurar el suministro eléctrico del país
La unidad I de la central nuclear de Almaraz, en Cáceres, se ha desconectado de la red eléctrica para llevar a cabo una recarga de combustible, tal y como ha informado Centrales Nucleares Almaraz-Trillo (CNAT) -operadora de la planta- en un comunicado.
Los responsables de la central señalan que se han reforzado las medidas de protección y prevención ya adoptadas con motivo del COVID-19 con el objetivo de garantizar la seguridad tanto de sus trabajadores como de la planta.
En esta ocasión y debido a las circunstancias excepcionales que vive el país como consecuencia de la crisis del coronavirus, la parada para cambiar las barras de combustible usado tendrá una duración de tan solo 24 días y contará con la participación del personal mínimo esencial para ejecutar los trabajos programados. Mientras que en una parada de recarga habitual las centrales españolas contratan a más 1.000 trabajadores adicionales, en esta ocasión la instalación extremeña incorporará a unos 250 trabajadores de empresas contratistas que trabajarán en diferentes turnos.
La central nuclear de Almaraz, desde el inicio del COVID-19, puso en marcha otras medidas de control, contingencia, prevención, flexibilidad horaria y conciliación
CNAT detalla algunas de las medidas que se han tomado para asegurar la salud de su personal como
- el confinamiento previo de los profesionales,
- el control diario de la temperatura a través de cámaras térmicas prohibiendo el acceso a los que superen los 37,3 grados,
- o la realización de test rápidos al personal procedente de zonas de riesgo.
Asimismo, la central nuclear de Almaraz, desde el inicio de la crisis, puso en marcha otras medidas de control, contingencia, prevención, flexibilidad horaria y conciliación. Así, distribuye mascarillas de barrera a todas las personas que acceden a la instalación, establece el uso de mascarilla FFP2 para los trabajos en los que no es posible mantener una distancia de dos metros así como en Zona Controlada y fija el uso de pantalla facial en aquellos trabajos en los que se pueda mantener la distancia de seguridad recomendada por los organismos oficiales.
Este paquete de acciones adicionales a las establecidas por las autoridades sanitarias y las administraciones públicas, señalan desde CNAT, está en línea con las implantadas por otras centrales nucleares europeas. "Todo ello con el fin de proteger la salud de las personas que trabajan en sus instalaciones y la de sus entornos familiares minimizando posibles contagios y garantizando en todo momento la operación segura y fiable de la instalación".
La central nuclear de Almaraz, al igual que el resto de plantas españolas, son infraestructuras críticas que durante el estado de alarma continúan aportando más de una quinta parte de la electricidad consumida, garantizando así un servicio esencial como es el suministro eléctrico, gracias al trabajo compromiso e implicación de sus profesionales.