
Una mayor producción con energía nuclear contribuyó a estabilizar las emisiones de CO2 en 2019
Las emisiones de CO2 relacionadas con el sector energético no aumentaron en el año 2019 con respecto al año anterior -a pesar de que la economía mundial creció un 2,9%-, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Después del crecimiento de 2017 y 2018, las emisiones globales en 2019 se mantuvieron en 33.000 millones de toneladas.
Una mayor producción de origen nuclear contribuyó a que en 2019 no aumentaran las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con el sector energético
La principal razón, según apunta la AIE, fue la disminución de emisiones en la generación de electricidad en las economías desarrolladas, gracias a la expansión de las energías renovables (principalmente eólica y solar), al cambio de combustible del carbón al gas natural y a una mayor producción de origen nuclear.
La mayor utilización de las centrales nucleares –particularmente en Corea del Sur y Japón- evitó la emisión de más de 50 millones de toneladas. En Japón disminuyeron el 4,3%, el mayor descenso desde 2009, ya que nueve centrales nucleares han reiniciado su funcionamiento tras la paralización total del parque como consecuencia del accidente de Fukushima.
Las emisiones de los países en vías de desarrollo crecieron en 400 millones de toneladas, con el 80% de las mismas en países asiáticos, en los que el carbón representa el 50% de los consumos energéticos. Las emisiones crecieron en China, pero se compensaron por la ralentización del crecimiento económico y una mayor producción de las fuentes bajas en carbono. Además, 2019 fue el primer año completo de operación para siete nuevas centrales nucleares en el país. El parque nuclear chino ya está formado por 48 reactores que producen cerca del 5% de la electricidad consumida en el país.
De acuerdo con el informe Climate Change and Nuclear Power 2018 del Organismo Internacional de Energía Atómica, el parque nuclear mundial -447 reactores en operación a 31 de diciembre de 2019- evita la emisión cada año de más de 2.000 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.
En el caso de España, los siete reactores en operación evitan que se emitan cerca de 30 millones de toneladas de CO2 anuales. Así, en 2019 el 36,22% de la electricidad libre de emisiones en nuestro sector eléctrico fue de origen nuclear. De ahí la importancia de la continuidad de la operación de la energía nuclear en la transición ecológica hacia una economía descarbonizada y para el cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones contaminantes establecidos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima.