¿Es el radón perjudicial para nuestra salud?
Preguntas y respuestas

¿Es el radón perjudicial para nuestra salud?

La mayor fuente de radiactividad natural es el gas radón. Su origen está en la desintegración de otros dos productos naturales, el radio y el uranio, presentes en los suelos y en materiales de construcción.

El Rn222, es un elemento verdaderamente trascendente para la salud de las personas ya que se ha revelado como un factor de riesgo del cáncer broncopulmonar, suponiendo más el 80% de todo el radón ambiental y alrededor del 50% de toda la radiación que recibe el ser humano durante su vida.

El radón, por ser gas, emana hasta la superficie y penetra por difusión o convección en las viviendas.

El origen del radón se encuentra en la desintegración de otros dos productos naturales, el radio y el uranio, presentes en los suelos y en materiales de construcción

¿Qué es el radón?

Descubierto en 1900 por Friederich Ernst Dorn, su peso atómico fue determinado por Ramsay y Whytlaw-Gray a finales de la primera década del siglo XX. El radón es un gas noble, radiactivo, que procede del radio.

Existen tres isótopos originados en otras tantas cadenas de desintegración radiactiva:

  • La del uranio 238 (U238) en la que se forma radio (Ra226) que se transforma en radón 222 (Rn222);
  • La del uranio 235 (U235) que da origen al radio 223 (Ra223) que a su vez se desintegra en radón 219 (Rn219);
  • La del torio (Th232) que produce radio 224 que pasa a radón 220 (Rn220).

De estas tres formas químicas, las dos primeras son las de mayor extensión en la naturaleza y la primera de ellas, el Rn222, es la de verdadera trascendencia para la salud de las personas ya que se ha revelado como un factor de riesgo del cáncer broncopulmonar, suponiendo más el 80% de todo el radón ambiental y alrededor del 50% de toda la radiación que recibe el ser humano durante su vida.

Características del radón

  • Incoloro.
  • Inodoro.
  • Insípido.
  • Invisible.
  • Más pesado que el aire.
  • Soluble en agua y otros líquidos, sobre todo orgánicos.
  • Su vida media o período de semidesintegración es de 3,8 días.
  • Sus descendientes son metales pesados como el polonio (Po214 y Po218), el bismuto (Bi214) y el plomo (Pb210).

En el proceso de desintegración se emiten partículas radiactivas alfa (dos protones y dos neutrones) menos penetrantes que las beta y que las gamma pero que sí tienen importancia cuando la sustancia que la emite penetra en el organismo humano a través de heridas o si se ingiere o inhala. De ahí la trascendencia para la salud pública del papel del radón domiciliario como exposición de riesgo de grandes sectores de la población para la aparición del cáncer primario bronco-pulmonar.

Cuando al respirar, incorporamos el radón a nuestro torrente respiratorio, las partículas altamente radiactivas, se adhieren al tejido pulmonar donde irradian las células broncopulmonares

El radón y su influencia en la salud

El gas radón está presente en el aire que respiramos en nuestros hogares. Cuando al respirar, lo incorporamos a nuestro torrente respiratorio, las partículas altamente radiactivas, se adhieren al tejido pulmonar donde irradian las células broncopulmonares.

Desde que en 1985, se detectó un nivel de radiación en el domicilio de Stanley Watson,  equivalente a varios cientos de veces la existente en las galerías mineras de uranio y no proveniente de su trabajo diario, se fue asentando el conocimiento científico sobre la segunda causa de cáncer de pulmón, después del hábito tabáquico.

A partir de los estudios sobre mineros -entre los que se encontró alta incidencia de cánceres, sobre todo de pulmón- se pensó en la radiación alfa del radón, concentrado a niveles extremadamente altos en los domicilios de ciertas zonas, como exposición de riesgo para el cáncer de pulmón. Los primeros estudios resultaron contradictorios debido principalmente a su variable calidad: número insuficiente de sujetos, ausencia de control del hábito tabáquico como variable confusora más importante, técnicas de medida del gas más imprecisas que las actuales.

Organizaciones de Salud Pública advierten del peligro de la exposición al gas radón. Estas son:

Las personas con niveles elevados de radón en su domicilio tienen más del doble de probabilidades de presentar cáncer pulmonar que las personas con menos radón en sus casas

El radón en España

En España, los estudios pioneros de medidas ambientales en domicilios a finales de la década de los 80, pusieron de manifiesto las altas concentraciones de radón 222 en Galicia, el oeste de Asturias, la parte más occidental de Castilla y León, Extremadura y el noroeste de Andalucía, entre otras áreas geográficas.

Estudios realizados en la década de los 90, mostraron que los riesgos para el cáncer de pulmón son entre 2 y 3, (dos o tres cánceres entre los expuestos por 1 entre los no expuestos al radón). Esto significa que las personas con niveles elevados de radón en su domicilio tienen más del doble de probabilidades de presentar cáncer pulmonar que las personas con menos radón en sus casas. Estos resultados se refieren a concentraciones de radón residencial por debajo del nivel considerado de riesgo por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos: 148 becquerelios por metro cúbico (Bq/m3). Asimismo, más del 20% de las casas estudiadas (404 en total) superaron dicho nivel, siendo claramente más frecuentes las concentraciones altas en los domicilios de los enfermos de cáncer pulmonar que en los de los sujetos sanos (27% frente a 19%), bastante más que el 8% encontrado entre las casi 12.000 viviendas medidas en la República de Irlanda.

Además, la interacción entre la exposición a radón en las casas y el hábito tabáquico del residente, resulta ser claramente potenciadora del riesgo: el efecto de fumar y de vivir en una casa con alto contenido de radón es mayor que la suma de los efectos de ambas exposiciones por separado, multiplicándose por 46.

En España y a modo de ejemplo, en el área sanitaria de Santiago de Compostela, la exposición continuada al radón en los domicilios supone, con los criterios de la EPA americana, un impacto en la población, o proporción de riesgo atribuible al radón, del 9% de todos los cánceres de pulmón, muy inferior al impacto del tabaco pero en nada despreciable, sobre todo porque por debajo de esos 148 Bq / m3, encontramos ya riesgo para este tumor, lo que supone que dicho impacto es más de 5 o 6 veces mayor que el referido para poblaciones de otros países.

El radón en las viviendas

El radón domiciliario se acumula en las viviendas a partir de su exhalación desde el subsuelo sobre el que se ha construido la casa, en mayor proporción si las rocas del mismo son ricas en minerales en los que su descomposición de lugar al radón.

La concentración medida en un domicilio tiene leves altibajos, incluso estacionales (más en invierno que en verano), y persistirá durante la existencia de la casa en cuestión, siempre que no se modifiquen las características estructurales de dicha vivienda. El material con el que está hecha la casa, si es piedra, por ejemplo, sólo contribuye, como mucho, al 15 o 20% del total de la concentración de radón en el domicilio, por lo que es el subsuelo el responsable de la mayor cantidad de gas introducido en el hogar.

Prevención de la exposición al radón

Como implicación para la Salud Pública, destaca la necesidad de disminuir los niveles de radón en los domicilios una vez se haya demostrado alta concentración del gas. La ventilación de la casa es la medida más sencilla, como método rutinario, aunque sólo reduce un porcentaje limitado, menor del 20%, y eso si se mantiene dos horas lo que resulta absurdo en climas como el atlántico o continental y va en contra de toda política de ahorro energético, por lo que, en casas muy contaminadas, ventilar no llega para resolver el problema. Tendrán que tomarse medidas como el cierre de fisuras y grietas y practicar aberturas de aireación en sótanos o entresuelos en los que se acumula mayor cantidad de radón que difunde luego hacia los pisos superiores, entre otras posibles medidas.

Sin embargo, el gran reto está, en un nuevo ordenamiento de la calidad de vivienda y de las normas de construcción, que en los Estados Unidos y otros países ya incluyen técnicas de reducción de radón y certificados sobre casas construidas que oficialmente indican que dicha construcción no sobrepasa los niveles de actuación de la Agencia de Protección Ambiental (148 Bq/m3). En Europa las recomendaciones son, para casas ya construidas no superar los 400 becquerelios/m3 (un límite exageradamente permisivo, y ya en revisión a la baja), y en las casas de nueva construcción no se deben sobrepasar los 200 becquerelios/m3.

El Código de Edificacion actualmente vigente publicado en marzo de 2006, no recoge la  clasificación de la concentración de radón en las distintas zonas del país. Esta clasificación se basa en el estudio de las viviendas de una zona.  Si el 10% de las viviendas tienen menos de 100 bq/m3 se considera una zona de riesgo bajo; si tienen entre 100 y 200 bq/m3, se considera una zona de riesgo medio, y si superan los 200 bq/m3 se considera una zona de riesgo alto.

Mapa del radón en España

El CSN, Consejo de Seguridad Nuclear, ha sido el órgano designado para establecer los criterios y procedimientos para la regulación de los niveles de gas radón en el entorno laboral en España y para las recomendaciones sobre los niveles de radón en viviendas.

Se han elaborado mapas de la exposición potencial al gas radón en España, distinguiendo tres categorías de riesgo: 0,1,2.

¿Es el radón perjudicial para nuestra salud?
Mapa del radón, las zonas de España más afectadas por este gas. (Imagen: CSN)

Galicia, Extremadura, Toledo, Madrid, partes de Castilla y León y Andalucía, determinadas zonas de Aragón y Cataluña,  son zonas de categoría 2, la más alta y, por tanto, son las zonas en las que se insiste en la importancia de realizar test de radón.

¿Cómo puedo conocer la cantidad de Radón?

Debido a que el radón no puede ser percibido por ninguno de los sentidos del ser humano, medir su concentración es la única forma de saber si una vivienda o lugar de trabajo si tiene gas radón en concentraciones que ponen en riesgo la salud.

Los sótanos y las plantas bajas, debido a su proximidad al suelo y por ser el radón más denso que el aire, presentan  las concentraciones más elevadas.

Cuando es detectada una concentración en una vivienda o lugar de trabajo, que supera los niveles recomendados como referencia para actuar por las Directivas Europeas, el problema puede ser solucionado sin costes elevados.

Por la característica de ser uno de los gases nobles, el gas radón no puede ser eliminado químicamente pero existen medidas constructivas reductoras de la concentración de radón, sencillas y económicas: Sistemas de extracción o presurización y sistemas de barrera.

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