
Nueva técnica para reciclar residuos nucleares con pilas de diamante sintético
Un equipo de físicos y químicos de la Universidad de Bristol, en Inglaterra, han comenzado un proyecto para reciclar materiales radiactivos extraídos de una central nuclear, con el objetivo de desarrollar fuentes energéticas de larga duración.
Fuentes energéticas de larga duración
Estos investigadores han creado un diamante sintético que, al colocarse en un campo radiactivo, genera una pequeña corriente eléctrica. Gracias al carbono-14, cuya vida media es de 5 730 años, las pilas de diamante podrían funcionar como una fuente de energía prácticamente infinita.
La central nuclear de Berkeley, en el Reino Unido, se cerró en 1989; ahora, 30 años después y tras un periodo de latencia, ya es seguro comenzar a retirar los residuos radiactivos.
También se podrá hacer lo mismo en la central de Oldbury, situada junto al río Severn, que cerró en 2016 y también ha comenzado su proceso de desmantelamiento.
Estos dos emplazamientos, así como los reactores de Hinkley Point en Somerset y otras instalaciones nucleares desmanteladas del Reino Unido, guardan grandes cantidades de grafito irradiado (el moderador de los reactores tipo GCR-MAGNOX) que contienen el isótopo carbono-14.
El proyecto también presenta otra ventaja: los residuos están almacenados en cámaras de hormigón a ocho metros de profundidad; al extraer los isótopos de carbono-14 del grafito irradiado para su reciclaje, se reducen significativamente el tiempo y el coste de la operación de desmantelamiento.
Las pilas de diamante sintético podrían funcionar como una fuente de energía prácticamente infinita
Proyecto ASPIRE
Este trabajo forma parte del proyecto ASPIRE, que viene de las siglas en inglés de "Unidades sensoras autoimpulsadas avanzadas en entornos de radiación intensa". El investigador principal es el profesor Tom Scott, director del South West Nuclear Hub, el centro de investigación nuclear de la Universidad de Bristol.
En palabras del profesor Scott, "en los últimos años hemos estado desarrollando sensores de potencia muy baja que extraen la energía de los residuos radiactivos. Este proyecto se encuentra ya en una etapa bastante avanzada; hemos probado las pilas en lugares tan extremos como la boca de un volcán".
Estas pilas se pueden utilizar en entornos en los que no se pueden sustituir fácilmente las fuentes de energía convencionales; también podrían aplicarse para proporcionar energía durante largos periodos de tiempo a aparatos médicos como audífonos o marcapasos. Podría incluso ser posible generar energía para naves espaciales o satélites, lo que facilitaría realizar viajes muchísimo más largos de lo que actualmente es posible.
Fuente: Universidad de Bristol